lunes, 20 de febrero de 2012

Pienso, luego me apalean

No se por qué me da la impresión de que esto no va a terminar nada bien. De por sí, comenzaron a apalearnos desde un gobierno supuestamente socialdemócrata, esos que ahora apoyan todas las movilizaciones habidas y por haber, más falsos que un billete de 32€.

  • Se celebra una asamblea pacífica del 15-M en Sol, llega la policía y apalea.
  • Hay una concentración contra la inhabilitación del juez Garzón, llega la policía y apalea.
  • Hay una redada arbitraria contra inmigrantes, preguntas por qué, y te multan o apalean.
  • Hay una manifestación masiva y tardía de los sindicatos...pero no apalean porque van políticos que todavía tienen cargos.
Aunque lo más fuerte está siendo el caso del instituto Luís Vives de Valencia. Un grupo de alum@s sale a la calle a protestar porque no tienen calefacción en pleno invierno, y porque les han recortado los materiales. Hablamos de personas que estudian secundaria o bachillerato, es decir, el 98% todavía no ha cumplido la mayoría de edad. Les sueltan a los antidisturbios como perros rabiosos, les apalean, les insultan con pildoritas como "no tienes cuerpo ni de puta" (a una adolescente de 14 años), les abren la cabeza, les revientan la nariz y la boca, les dislocan los hombros...y todo, por pedir lo que les corresponde.

Y yo me pregunto: si hay una "ley del menor", ¿por qué se les trata, ya no como a adultos, sino como a animales? ¿Por qué nadie ha salido todavía a responsabilizarse de los hechos? ¿Dónde coño está el ministro del interior o sus respectivos delegados del gobierno? ¿Dónde coño están los sentimientos de esos seres que se hacen llamar antidisturbios que disfrutan con la salgre salpicada en sus cascos?

No, este no es mi país, lo siento. Si hablan de fuga de cerebros, yo seré uno de los primeros en marcharme nada más tenga oportunidad. No quiero que mi cerebro sea apaleado por defender mis ideas. No quiero vivir en una sociedad donde gobierna un partido único y la mayoría del pueblo no se alza contra él. No quiero más pasividad, no quiero más consumismo, no quiero más falsedad. Gente que se queda en su casa viendo gran hermano, sálvame y derivados, esperando que los demás les resuelvan los problemas; gente manipulable, moldeable a ideas cada vez más autoritarias.

Se quejaban de que en Corea del Norte las niñas lloraban la muerte de un dictador...En España, las niñas lloran porque el aparato represor de nuestro dictador les abre la cabeza a mazazos.

Hoy, he vuelto al año 2004, he vuelto a mi etapa del instituto; soy alumno de secundaria, soy otro de los millones de alumnos del IES Luís Vives de Valencia, y soy otro apaleado más.




¡SOLAMENTE POR PENSAR!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una verdadera vergüenza, pero bueno, teniendo en cuenta que esto es España...mucho se puede pedir y poco escucharán.