sábado, 30 de enero de 2010

Ahora entiendo a los ciclistas...

Hoy por fin puedo hablar del carril bici desde la propia experiencia. Por fin he tenido una horita libre para probar la bicicleta plegable que me regalaron por reyes, y he querido probar la Avenida Pablo de Olavide, por la que paso todos los días en coche...y me suelo quejar de los ciclistas que obstruyen el carril derecho.

Resulta que es un carril hecho de adoquines, que al parecer no escarmentaron con la experiencia de las calles Santa María Magdalena y otras del centro, donde el firme estaba cubierto de lo mismo y cada pocos meses había que parchearlo.

El carril bici está lleno de baches, hondonadas, e incluso tapas de alcantarilla o de la luz. Además, en algunas partes tiene piedras y montones de tierra incrustada. Y peatones por medio...porque el acerado está a mitad desde hace años.

Así pues, no me extraña que el Tubici no funcionase...¿quién va a usar los carrilles para terminar con las nalgas llenas de cardenales...o en el peor de los casos, con una caída? ¿Qué trabajo les cuesta hacerlos de hormigón pulido como en Sevilla, que es incluso menos costoso?

Dos Hermanas...¿cuándo abrirás los ojos?

1 comentario:

Ricardo Cabrera Cosano dijo...

Yo es que directamente ni planteo entrenar por el carril bici de Dos Hermanas con mi frágil y cara bicicleta de carretera, si no quiero que me dure lo que dura un caramelo a la puerta de un colegio... Eso no es un carril bici, eso es un "carril-bici todo terreno"... Pero lo peor de todo es aguantar a los insolidarios automovilistas que te insultan y te echan el coche encima simplemente por ir por el carril derecho... Que asco de país lleno de insolidaridad