Contemplen el maravilloso parque arqueológico adaptado a la antigua ciudad de Orippo, aquella tan importante que incluso tuvo moneda propia, y de la, en el museo arqueológico provincial, se conservan bustos, azulejos, féretros, monedas, joyas...
Como podrán comprobar, la vegetación autóctona de cardo borriquero junto con el pasto reseco (tan bien ciudado por nuestro ayuntamiento) rodean los merenderos y los caminos adaptados que nos trasladan a la época romana de nuestra ciudad.
Bien, y ahora volvamos a la realidad: la Torre de los Herberos, situada al fondo del polígono industrial "La Isla", sigue cayéndose. Los restos más antiguos que tenemos de algo de historia de nuestra ciudad, donde supuestamente iba un parque arqueológico, es un criadero de pastos, circundado por alambrado, y sin esa estructura de madera que iba a sostener lo poco que queda de la torre vigía.
Y por aquí no pasa la SE-40...
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