Desde mi cielo os arroparé en la noche...

Como quien no quiere la cosa, hace ya dos meses que te marchaste de repente. ¿Quién me lo iba a decir? Tú, que todos los septiembres decías que el siguiente verano no volverías a la playa y nunca te creimos.

Media vida puteada por jefezuelos que se quedaban con tu dinero; las manos hechas polvo por la nieve y la salmuera; caminando 3 kilómetros 4 veces al día para almorzar con tus hijos.

Pero no se puede decir que los últimos 20 años de tu vida fuesen malos. Viajaste donde pudiste, estuviste rodeada de hijos, nietos, e incluso biznietos. Y yo, ahí en medio...Yo, el más pequeño hasta hace unos años, ese niño gordo y flojo en los estudios que se pasaba los días entre tu casa y la suya...Yo, ese que creció, "encanijó" y llegó a la universidad. Sé que el progreso de mi vida fué para tí una sorpresa, tanto que creo que nunca lo llegaste a asimilar y no concebías que después de los 20 siguiese estudiando. E incluso cuando conseguí ser "asistente social", creo que seguías sin asumirlo, porque no es habitual en nuestra familia. Por suerte llegaste a verme diplomado, y por desgracia, no llegaste a verme graduado sólo por 3 días de diferencia.

Sé que donde estés ahora lo entenderás todo mejor; ahora entenderás mi vida y no temerás que me meta en política y me vayan a fusilar como a tu hermano Pepe por "ser rojo". Sé que entre los 4 abuelos me estáis sujetando para que no caiga, y empujando hacia delante para que llegue a ser una gran persona.

"¿Por qué tuvo que ocurrir? ¿Por qué terminó así? Debieras estar aquí y ser mi destino. Siento que así te vayas; quisiera decirte adiós; te fuiste sin despedir; qué dura es la vida así..."

Avalanch

 † 14-9-2010