miércoles, 6 de abril de 2011

El cazo de Lorenzo

Sí, sé que prometí un comentario de La Voz del viernes pasado, pero no he tenido tiempo de escribir y ya sería un poco obsoleto comentarla. Aún así, creo que hacen un reportaje de inauguraciones como mis tres publicaciones anteriores.

Hoy me voy a centrar en la discapacidad (o diversidad funcional, según el Foro de Vida Independiente), con un cuento para niños...y para no tan niños también. Este tema no es que se me haya ocurrido y punto, sino que en m barrio están arreglando los acerados, y se niegan a poner rampas para personas con movilidad reducida en su puerta, al igual que el aparcamiento reservado, tal y como estaban hace 2 meses. Les hacen ir hasta la esquina, haga viento, llueva o truene, para montarse en su vehículo. ¿Eso es justo? ¿Por qué Ibarburu es menos que otros barrios donde sí tienen rampas y aparcamiento reservado en su puerta? Esto no quedará así...







 


Autora: Isabel Carrier

Todos tenemos un cazo diferente, así pues, no discriminemos a los que tienen uno má grande. Yo mismo podría decir que tengo una discapacidad digestiva, pues no puedo comer lo que quisiera. Tú tienes una discapacidad visual que, en un país del 3er mundo, serías ciego/a e incapaz, pero aquí eres una persona normal con gafas. La discapacidad es social y cultural, no física ni intelectual.

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