lunes, 27 de junio de 2016

Por qué me fui de Izquierda Unida

Esto lo podría haber escrito perfectamente el pasado día 4 de junio, cuando las ilusiones estadísticas estaban por las nubes y los chutes de prospectivas hacían que la gente viese caritas sonrientes por doquier cual Lisa Simpson tomando ansiolíticos. Pero seguramente me hubiesen tachado de desleal, cobarde, y alguna otra perlita que me han soltado directamente, o a mis espaldas.



Sí, el sábado 4 de junio decidí que ya no podía seguir más en Izquierda Unida ni en el PCE. Después de 13-14 años; media vida, porque tengo 29. Yo llegué incluso a pagar cuotas en pesetas.

                                                             Mi segundo carnet de cuotas

Quienes hace un año éramos pitufos gruñones cocidos en una salsa de estrellas rojas (Pablo Iglesias dixit), nos habíamos echado “Eau de Démocratie-sociale”, el equivalente político al Varón Dandy (barindandi en mi tierra), y los rivales confraternizaron y se fundieron en abrazos impensables hace 6 meses. Tímidas alusiones al comunismo, miedo a la hoz y el martillo, y muchos “redondeles”.

¿Por qué precisamente ese día? Pues fue cuando, también indirectamente, me enteré de que IU llevaría el mismo programa que el 20D; ni siquiera una molestia en cambiarle la fecha al documento como otros partidos. Y claro, después de un programa muy mono en sanidad y educación pero pésimo en Servicios Sociales (que no lo digo sólo yo, que lo dijeron unas 500 ONG’s y varios colegios profesionales relacionados con la intervención social)...

Por aquél entonces seguía siendo coordinador del Área de Servicios Sociales de IU Andalucía, (cargo al que, por cierto, accedí porque mis compañeras me votaron, no por ser amigo de ni familia de) y nos pegamos un trabajado (como nos ha caracterizado a éste área) para enviar un programa totalmente renovado con un mes de antelación. ¿Alguien lo ha visto? En todo caso porque yo lo he publicado desde mis redes, porque otra cosa…

Eso se pudo considerar la gota que estalló el vaso, pero si me conoces mínimo de hace unos 3 años, sabrás de otras historias que me han ido, no quemando, sino cremando. En el plano municipal, en 2011, sin explicaciones, me relegaron del puesto 3 al 5 de la lista electoral, porque como yo no “me casaba con nadie…” y el “sí bwana” no me caracteriza… Tres años después, de repente era útil para que, ante la renuncia de un concejal, entrase yo, saltándose a quien iba por delante de mí, porque en aquél momento era “más incómoda que yo”. Esa fue la primera vez que me planteé dejar IU e incluso entregué los carnets, pero no me los aceptaron. Y di otra oportunidad.

Pero bien sonado fue el caso de las pasadas elecciones municipales de 2015, que tras poder haber llevado una lista de confluencia en Dos Hermanas (GanemosDH), “los de siempre” presentaron ante la junta electoral una lista no consensuada ni autorizada por la dirección andaluza. Pero su papeleta apareció y la de Ganemos no. ¿Y qué pasó? Pues después de año y medio, las/os responsables siguen con sus cargos de responsabilidad (alguno que otro “de peso”) tanto en IU como en el PCE. Tsunami que quebró mi vaso y el de otras muchas personas con ilusiones y ganas de trabajar. Muchas se fueron y yo volví a dar otra oportunidad.

Pero cuando hace pocos meses empieza todo esto de la confluencia, poco participativa, con listas de mesa de camilla, con ese acuerdo de 50 medidas que obvia los Servicios Sociales (curioso, tras presiones de “mi” Área, apareció la Ley Marco Estatal de SS.SS dentro de Dependencia (¡toma ya!), pero sólo en el documento de IU. ¿No se supone que era consensuado con Podemos? Total, yo me abstuve en todas las consultas sobre confluencia porque no me gustaban ni las formas ni las ideas. Y como dije al principio (porque es para repetirlo hasta la saciedad), que no se incluyese el nuevo programa de Servicios Sociales cuando lo facilitamos tanto para que sólo tuviesen que copiar y pegar… No pude más.

Soy comunista, no me caso con la socialdemocracia, y como ultimísima oportunidad, ya sin compromiso que me vinculase a ningún partido, voté a la socialdemocracia traicionando mis ideales… Voté a Unidos Podemos. ¿Y de qué ha servido? Para bajar en votos, para crearme un dolor de estómago después de votar (y yo se lo achacaba a los macarrones con tomate del almuerzo, ¿sabes?), y para ver con estupor lo que queda por venir.

Así que el pasado lunes día 6 de junio envié mis carnets directamente a los responsables andaluces de IU y PCE con una carta explicando lo mismo que aquí (menos el resultado de ayer, porque no soy Carlos Jesús). Claro que me apena dejar el Área de Servicios Sociales; ha sido un espacio donde el trabajo fluía y no existían las distintas “corrientes”, ha sido el espacio como me hubiese gustado que fuese IU, de gente trabajando en igualdad, sin preeminencia de ningún sector, donde aparte de compañeras, también he hecho amigas con mayúscula que se merecían ir como candidatas a presidentas del gobierno. Pero pertenecemos a una estructura que nos pone un techo de cristal (o un suelo pegajoso… como gustéis) en la que ahora mis principios me impiden estar.

Esto no significa dejar la lucha; voy a desempolvar mis cartulinas naranjas de Servicios Sociales y seguiré siendo el porculero, pero desde otros espacios, y tomando más tiempo para mí y para los míos. Me he ido con la sensación de los deberes bien hechos. Así se cierra una etapa y se abren otras.

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE! 
¡SERVICIOS SOCIALES PÚBLICOS Y DE CALIDAD!

PD: Quizás también deba decir que todo ese cúmulo de estrés me desembocó en una hemiplejia (parálisis de medio cuerpo, que por suerte remitió) hace un mes, y cuando algo te afecta hasta la salud… Mira, no. Y si después de todo esto, alguien me sigue tachando de desleal y cobarde, no hace falta que diga dónde puede meterse la lengua, ¿verdad?

3 comentarios:

Joluliva dijo...

Querido camarada, mentiría si no te dijera que siento mucho tu marcha de IU, es decir, que lo SIENTO coño, que lo SIENTO, dicho lo cual (parezco un político al uso, jajajaja) te digo que para mí siempre serás un camarada y que contarás con mi aprecio y estimación. Espero que más pronto que tarde nos encontremos juntos en los nuevos retos que se nos van a presentar en la calle. Por último, comparto contigo muchas de las cosas que dices y por ello te reitero mi apoyo. Salud camarada.

Jaime dijo...

Gracias JL, además tú también tienes ya experiencia en esto de tener que dejar de militar por "desavenencias", y no dudes que mi lucha sigue ;)

Quique Usoz dijo...

Se puede ser comunista con y sin carné.
Si siempre se van los buenos ¿quién se va a quedar?
Reconozco la inmensa labor que habéis hecho y la que queda, por visualizar los servicios sociales.
Yo seguiré pendiente y compartiendo tus reflexiones y tu simpatía.
Hasta dentro de un rato camarada