Esto lo podría
haber escrito perfectamente el pasado día 4 de junio, cuando las ilusiones
estadísticas estaban por las nubes y los chutes de prospectivas hacían que la
gente viese caritas sonrientes por doquier cual Lisa Simpson tomando
ansiolíticos. Pero seguramente me hubiesen tachado de desleal, cobarde, y
alguna otra perlita que me han soltado directamente, o a mis espaldas.
Sí, el sábado 4 de junio decidí que ya no podía seguir más en Izquierda Unida ni en el PCE. Después de 13-14 años; media vida, porque tengo 29. Yo llegué incluso a pagar cuotas en pesetas.
Mi segundo carnet de cuotas
Sí, el sábado 4 de junio decidí que ya no podía seguir más en Izquierda Unida ni en el PCE. Después de 13-14 años; media vida, porque tengo 29. Yo llegué incluso a pagar cuotas en pesetas.
Mi segundo carnet de cuotas
Quienes hace
un año éramos pitufos gruñones cocidos en una salsa de estrellas rojas (Pablo
Iglesias dixit), nos habíamos echado “Eau de Démocratie-sociale”, el equivalente
político al Varón Dandy (barindandi en mi tierra), y los rivales
confraternizaron y se fundieron en abrazos impensables hace 6 meses. Tímidas
alusiones al comunismo, miedo a la hoz y el martillo, y muchos “redondeles”.
¿Por qué
precisamente ese día? Pues fue cuando, también indirectamente, me enteré de que
IU llevaría el mismo programa que el 20D; ni siquiera una molestia en cambiarle
la fecha al documento como otros partidos. Y claro, después de un programa muy
mono en sanidad y educación pero pésimo en Servicios Sociales (que no lo digo
sólo yo, que lo dijeron unas 500 ONG’s y varios colegios profesionales
relacionados con la intervención social)...
Por aquél
entonces seguía siendo coordinador del Área de Servicios Sociales de IU
Andalucía, (cargo al que, por cierto, accedí porque mis compañeras me votaron,
no por ser amigo de ni familia de) y nos pegamos un trabajado (como nos ha
caracterizado a éste área) para enviar un programa totalmente renovado con un
mes de antelación. ¿Alguien lo ha visto? En todo caso porque yo lo he publicado
desde mis redes, porque otra cosa…
Eso se pudo
considerar la gota que estalló el vaso, pero si me conoces mínimo de hace unos
3 años, sabrás de otras historias que me han ido, no quemando, sino cremando.
En el plano municipal, en 2011, sin explicaciones, me relegaron del puesto 3 al
5 de la lista electoral, porque como yo no “me casaba con nadie…” y el “sí
bwana” no me caracteriza… Tres años después, de repente era útil para que, ante
la renuncia de un concejal, entrase yo, saltándose a quien iba por delante de
mí, porque en aquél momento era “más incómoda que yo”. Esa fue la primera vez
que me planteé dejar IU e incluso entregué los carnets, pero no me los
aceptaron. Y di otra oportunidad.
Pero bien
sonado fue el caso de las pasadas elecciones municipales de 2015, que tras
poder haber llevado una lista de confluencia en Dos Hermanas (GanemosDH), “los
de siempre” presentaron ante la junta electoral una lista no consensuada ni
autorizada por la dirección andaluza. Pero su papeleta apareció y la de Ganemos
no. ¿Y qué pasó? Pues después de año y medio, las/os responsables siguen con
sus cargos de responsabilidad (alguno que otro “de peso”) tanto en IU como en
el PCE. Tsunami que quebró mi vaso y el de otras muchas personas con ilusiones
y ganas de trabajar. Muchas se fueron y yo volví a dar otra oportunidad.
Pero cuando
hace pocos meses empieza todo esto de la confluencia, poco participativa, con listas de mesa de camilla, con ese acuerdo de 50 medidas que
obvia los Servicios Sociales (curioso, tras presiones de “mi” Área, apareció la
Ley Marco Estatal de SS.SS dentro de Dependencia (¡toma ya!), pero sólo en el
documento de IU. ¿No se supone que era consensuado con Podemos? Total, yo me abstuve en
todas las consultas sobre confluencia porque no me gustaban ni las formas ni
las ideas. Y como dije al principio (porque es para repetirlo hasta la
saciedad), que no se incluyese el nuevo programa de Servicios Sociales cuando
lo facilitamos tanto para que sólo tuviesen que copiar y pegar… No pude más.
Soy comunista,
no me caso con la socialdemocracia, y como ultimísima oportunidad, ya sin
compromiso que me vinculase a ningún partido, voté a la socialdemocracia traicionando mis ideales… Voté
a Unidos Podemos. ¿Y de qué ha servido? Para bajar en votos, para crearme un
dolor de estómago después de votar (y yo se lo achacaba a los macarrones con
tomate del almuerzo, ¿sabes?), y para ver con estupor lo que queda por venir.
Así que el
pasado lunes día 6 de junio envié mis carnets directamente a los responsables
andaluces de IU y PCE con una carta explicando lo mismo que aquí (menos el
resultado de ayer, porque no soy Carlos Jesús). Claro que me apena dejar el
Área de Servicios Sociales; ha sido un espacio donde el trabajo fluía y no
existían las distintas “corrientes”, ha sido el espacio como me hubiese gustado
que fuese IU, de gente trabajando en igualdad, sin preeminencia de ningún
sector, donde aparte de compañeras, también he hecho amigas con mayúscula que
se merecían ir como candidatas a presidentas del gobierno. Pero pertenecemos a
una estructura que nos pone un techo de cristal (o un suelo pegajoso… como
gustéis) en la que ahora mis principios me impiden estar.
Esto no
significa dejar la lucha; voy a desempolvar mis cartulinas naranjas de
Servicios Sociales y seguiré siendo el porculero, pero desde otros espacios, y
tomando más tiempo para mí y para los míos. Me he ido con la sensación de los deberes bien hechos. Así se cierra una etapa y se abren otras.
¡HASTA LA
VICTORIA SIEMPRE!
¡SERVICIOS SOCIALES PÚBLICOS Y DE CALIDAD!
¡SERVICIOS SOCIALES PÚBLICOS Y DE CALIDAD!
PD: Quizás
también deba decir que todo ese cúmulo de estrés me desembocó en una hemiplejia (parálisis de medio cuerpo,
que por suerte remitió) hace un mes, y cuando algo te afecta hasta la salud…
Mira, no. Y si después de todo esto, alguien me sigue tachando de desleal y
cobarde, no hace falta que diga dónde puede meterse la lengua, ¿verdad?
3 comentarios:
Querido camarada, mentiría si no te dijera que siento mucho tu marcha de IU, es decir, que lo SIENTO coño, que lo SIENTO, dicho lo cual (parezco un político al uso, jajajaja) te digo que para mí siempre serás un camarada y que contarás con mi aprecio y estimación. Espero que más pronto que tarde nos encontremos juntos en los nuevos retos que se nos van a presentar en la calle. Por último, comparto contigo muchas de las cosas que dices y por ello te reitero mi apoyo. Salud camarada.
Gracias JL, además tú también tienes ya experiencia en esto de tener que dejar de militar por "desavenencias", y no dudes que mi lucha sigue ;)
Se puede ser comunista con y sin carné.
Si siempre se van los buenos ¿quién se va a quedar?
Reconozco la inmensa labor que habéis hecho y la que queda, por visualizar los servicios sociales.
Yo seguiré pendiente y compartiendo tus reflexiones y tu simpatía.
Hasta dentro de un rato camarada
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